Esto, sin embargo, no fue lo que yo vi al llegar a este espacio: lo que primero me atrajo de esta zona, ubicada al lado del puente San Martín, fue cómo un objeto tan común como el auto se encontraba en posiciones tan extrañas. La enorme cantidad de vehículos obligaba a apilarlos uno encima del otro, como si fueran juguetes. Parecía la caricatura de un embotellamiento, y eso fue lo que traté de rescatar en mis imágenes.
Ya en la clase, definí un poco más como poder marcar el absurdo* que se producía, cierta comicidad dentro de aquél lugar que a primera vista no parece más que un basurero.
En mi próxima visita al lugar, trataré de definir un plano detalle que muestre estas pequeñas anomalías que vuelven tan peculiar a este espacio.
Será un reto para mí evitar imágenes que muestren la decadencia o descuido del lugar, ya que no es eso lo que quiero transmitir, poco a poco veré como lograrlo.
*Defino absurdo como aquello que presenta una incoherencia en un contexto previsible. En el caso de este lugar, el depósito da pie a lo ilógico en relación al espacio urbano común, dónde rara vez encontraríamos autos apilados uno encima del otro en distintas posiciones.